viernes, 13 de septiembre de 2013

Soneto de la existencia


La vida se te dio como regalo,
semilla que germina tu existir,
naciste para estar a mi lado,
creciendo aprenderás a vivir.

Aprendiste a reír y cantar,
aprendiste a caminar a jugar,
creciste tan rápido y lo noté,
estas listo para salir a conocer,

Tu vida esta hecha solo por ti;
Has logrado con tu esfuerzo surgir;
Ahora tienes familia, se feliz.

El tiempo se termina, es la vida;
Tienes que hacer la cuenta al final,
suma y mira... tu recuerdo te hizo inmortal.

                                                                                         
                             
                                                                                Mavhe.

A propósito del 11 de septiembre en Chile.

Personalmente creo que el 11 de septiembre de 1973 es una fecha histórica para nuestro país y merece ser conmemorada por todos los chilenos.  Nací en 1969, por lo tanto en 1973 tenía tan solo cuatro años y comprenderán que mi memoria de esos acontecimientos se limita a los comentarios e información de terceras personas y que como muchos hemos ido adquiriendo y asimilando con los años.  Dicho esto malamente me podría referir en específico al golpe militar y a los acontecimientos que lo provocaron aun cuando a estas alturas son hechos históricos conocidos y ampliamente discutidos por historiadores y personajes protagónicos de todos los sectores que a la fecha no se ponen de acuerdo en una verdad neutral, por lo tanto no soy yo el dueño de dicha verdad y seguramente cuando estemos varias generaciones bajo tierra se podrá observar el hecho de una manera más objetiva, sin embargo si puedo contar mi experiencia durante la dictadura y mi visión del sistema de gobierno, social y cultural que nos tocó vivir después y a propósito del 11 de septiembre.
            Pertenecía a una familia de clase media baja, con los recursos muy limitados y nada de influencia en ningún ámbito.  Eran tiempos difíciles, mi padre férreo defensor del régimen, para él fue la salvación del país y aun cuando no tenía trabajo estable su general era lo máximo.  Mi madre por otro lado, apolítica, “todos los gobiernos son iguales solo se enriqueces los que tienen el poder”, acompañada de sus creencias religiosas nos sacaba de la contingencia para santificarnos en medio de muchos problemas que se veían todos los días.  Eso se mantiene hasta mi adolescencia, donde vas mirando como la realidad no es igual a lo que dicen los medios, no puedes decir lo que piensas porque alguien está mirando lo que haces y oyendo lo que dices y si no es a favor del gobierno algo malo te puede pasar.  Profesores, comerciantes, trabajadores comunes  y corrientes, “cuídate de los sapos”, era o no cierto no lo sé, pero sí sabía de alguien que por opinar estaba preso o simplemente terminó muerto, así eran los 80.
            De a poco los jóvenes empezaron a levantar la voz, se hacían reuniones clandestinas, la gente empezó a protestar, la transición militar se había tornado demasiado larga, los abusos ya no se podían esconder más a pesar de la nueva constitución, la dictadura se transformó en un remedio peor que la enfermedad asociada a la unidad popular, el país estaba más dividido que antes, lo único que había cambiado era la propiedad del dinero y por lo tanto del poder: de la izquierda a la derecha. Atentados, militares en las calles, carabineros abusando de su poder, universitarios organizados contra la dictadura, dueñas de casa golpeando cacerolas, trabajadores paralizados contra las privatizaciones, se veía venir otro 11, era hora de devolver la institucionalidad acallada con el golpe, se abren los registros electorales y por fin después de 17 años se volvía a pensar en la democracia, puedo decir orgulloso que forme parte de proceso.  Lamentablemente se han conocido con el correr de los años la magnitud de los delitos perpetrados en dicho periodo, sin desconocer que si bien en menor grado también la derecha sufrió pérdidas no se puede justificar el terrorismo de estado y tampoco la venganza, ambos atentan contra nuestros derechos fundamentales y siempre aunque pasen muchos años la violencia solo engendrara violencia.

            Como individuos no nos corresponde justificar, tampoco nos toca juzgar, pero si somos responsables de construir y reconstruir a partir de las experiencias de nosotros mismos, debemos ser capaces de rescatar lo bueno a pesar de lo malo que nos ha pasado y sobretodo debemos ser capaces de gobernar nuestras propias vidas y las de nuestras familias y evitar que esa falta de gobernabilidad familiar se trasforme en ingobernabilidad social porque se confunde la libertad con la anarquía y no podemos permitirnos repetir los errores del pasado. Nuestros jóvenes no son dueños de la verdad así como tampoco nosotros y ni siquiera nuestros padres.  Todos tenemos   visiones similares o diferentes de los hechos, las perspectivas son muy distintas y no será posible salvo con el paso de muchos años conocer la verdad como tal, lo único que si puedo asegurar es que mientras exista odio en los corazones de quienes sufrieron y ese odio lo traspasen a las generaciones siguientes no se conseguirá la paz y mientras los responsables guarden silencio y se lleven a la tumba sus secretos, el circulo del perdón nunca será cerrado y lamentablemente esos hechos concretos dependen de unos pocos pero afectan a la gran mayoría de nosotros, por eso apelo a mi voluntad individual y a mi compromiso personal con mi familia, mi ciudad y mi País, el cambio individual se hará colectivo y espero que algún día esta sociedad dañada se cure por completo.

jueves, 12 de septiembre de 2013

No Puedo, No Quiero y Lo Intentaré


Esta es la historia de tres hermanos, que vivían con su mamá y su papá en una casita del pueblo PROGRESO, el mayor se llamaba No Quiero, el siguiente No Puedo y el mas pequeñito Lo Intentaré.


Un día la mamá le pidió al mayor de sus hijos que sacará una moneda que tenía guardada en lo alto del estante para comprar el pan y la respuesta de este fue “nooo, no quiero, mande a otro”; su mamá no lo obligó y le pidió lo mismo a su segundo hijo, este dijo: “no puedo estoy ocupado, dígale a otro, yo no puedo”, ella tampoco lo obligo y decidió hacer la tarea ella misma, pero su hijo menor le dijo “mamá, yo lo intentaré solo me tienes que esperar un poco mas”; así lo hizo, acercó una silla, luego puso un cajón sobre ella y con mucho cuidado se encaramó hasta sacar la moneda, fue corriendo a su mamá y se la entregó, ella muy complacida le sonrió y le dio un tierno beso en la mejilla.



Pasaban los días y siempre era lo mismo los padres mandaban al mayor y nunca quería, mandaban al segundo y nunca podía y el mas pequeño hacía todo para lograr lo que le pedían, a veces con ayuda pero siempre terminaba su trabajo, Lo Intentaré siempre estaba dispuesto para lograr todo aquello que se proponía.



Llego el invierno y fueron con sus padres a vacunarse contra una enfermedad muy terrible.  A No Quiero fue imposible vacunarlo pues lloró, pataleo y al final salio corriendo. A No Puedo tampoco lo pudieron vacunar, porque entre pataletas y llanto gritaba “no puedo, no puedo”, y el papá no lo obligó.  El mas pequeño, Lo Intentaré, puso su brazo sin un gesto de dolor y la enfermera lo vacunó sin ningún problema.  Al cabo de un tiempo sucedió que la enfermedad se hizo presente y No Quiero cayó enfermo con unas manchas en la cara y dolores de cabeza, además se le hicieron unos hoyitos en la cara que lo ponían muy feo. No Puedo también se enfermó y ambos estuvieron en cama mucho tiempo.  Lo Intentaré sin embargo, estuvo siempre sano y feliz jugando con sus amigos.




En la víspera de navidad los tres hermanos escribieron a Santa Clauss, y grande fue su sorpresa cuando en noche buena encontraron en el árbol las respuestas para ellos:
“No Quiero, este año no llegará tu regalo porque el encargado de fabricarlo no quiere hacerlo mas, lo siento mucho, Santa.”

“No Puedo, este año no puedo llevarte lo que me pediste porque no pude encontrarlo, lo siento mucho, Santa.”
“Lo Intentaré, como este año no pediste nada para ti me pareció bueno llevarte esta bicicleta ya que no gaste en los regalos de tus hermanos. Un abrazo, Santa.”



Desde ese momento en adelante No Quiero y No Puedo empezaron a querer y a poder para así lograr todo lo que su pequeño hermano Lo Intentaré había logrado.



COLORIN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO


                                                                                                                                                                                                                                  (Anónimo)

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Pensando el recuerdo

Piénsame de día
Suéñame de noche
Acostúmbrate a mí
Cual reproche

Un día no estaré
Si mi ausencia notas
Sé que dolerá
Lloraras unas gotas

Más si me piensas
Más si me sueñas
No me extrañaras
Porque me recuerdas

Juro que el olvido
No es lo que yo quiero
Sin duda el recuerdo
Es lo que prefiero

Un aroma, un sonido
Un recuerdo te evocan
Una foto, un momento
El corazón te tocan

Los momentos tristes
O aquellos felices
Se vuelven recuerdos
Luminosos y grises

Te hablaran en sueños
O cuando los pienses
Los recuerdos vuelven
Cuando tú los quieres

Te pienso de día
Te sueño de noche
Me acostumbre  a ti
Cual reproche

Juro tu recuerdo
Estará conmigo
Y si me voy primero

Mi recuerdo contigo